miércoles, 24 de septiembre de 2008

Ajenos


Una monotonía extraña la de los ojos, y las conversaciones se van volviendo ajenas conforme la gente se desconoce. Lentamente mi pupila se dilató al caer la noche, mientras seguía observando el mismo rostro. Había pasado tiempo ya desde que se marchó, y en las palabras había más distancia de la que puede haber, había más nudos de los que se puede recorrer, y el desenlace a veces no se logra desatar. Un espejo colgado en la pared me susurró que por él han pasado muchas caras conocidas, parecidas entre sí, similares en lo agónico de su permanencia, pero no se cansan los reflejos, y si así ha de seguir siendo, lo deberá soportar… cuánta gente entra y sale de mi vida, en una lista traviesa y sin memoria. Cuánto desconozco de los ojos que se perdieron cuando crucé en la esquina, porque la mirada es cada vez más fría, y ya no renacen las flores que ponemos sobre las tumbas.

4 comentarios:

Petoulqui dijo...

Estimado Lusi:

Y me permito agregar, ¿cuánto desconocemos de los ojos que no se pierden, sino que permanecen?

Sí, las flores sobre las tumbas no renacen...

Saludos,

Peto

lusifergua dijo...

Claro, Peto, creemos que los conocemos pero solo vemos la parte que nos dejan ver...

... hay mucho que hablar de tu entrada de las flores, ¿ves?

El Zopilote dijo...

Una lista traviesa y sin memoria que tan cierto es eso mano, cuantas miradas de las cuales sentimos que nos han quitado un poco de lo que nos pertenece, se llevaron algo de uno sin pedirlo y sin querer.

Buen post mano un abrazo pue,

Luis dijo...

En la actualidad vivimos tiempos en donde la gente cuanto más se "conocen" más se alejan, se ponen mascara o levantan muros que crean relaciones neutras.

Relaciones personales anti-personales si es que eso se puede decir.