viernes, 25 de julio de 2008

De puertos y partidas


Nubes densas de pasado en sus ojos le retuercen la mirada, ya no es el mismo muelle, pero el viejo ve siempre alejarse los barcos que un día se acercaron. Se decide al fin a buscar su propia embarcación, en un intento postrero, a la vez que se entretiene con las arenas de estaciones añejas, un letargo de cansancio acumulado en este nuevo ímpetu. No se cuestiona en absurdos motivos, ni rebusca aquella certeza que algún día imaginó encontrar, solo lanza la plegaria al vacío y espera impaciente que el viento le devuelva su algo, su porqué. Ha estado anclado tanto tiempo, aferrado a una cómoda vitrina que le ofrecía siempre el mismo mar, que asqueado de marchitos panoramas se aventuró a vivir, a sufrir. Su intento es ya un logro, una meta alcanzada de nuevos amaneceres y atardeceres en lejanas aguas. Atrás quedó su puerto, su miedo, la marea se los llevó; por delante la brisa cambiante, hasta que sus años cesen.

6 comentarios:

Luis dijo...

Me identifica este post... y estoy consciente.

El Zopilote dijo...

La melancolia de envejecer...es peor la de envejecer sin haber vivido.
Bueno...bueno...

saludos compa!!!

Petoulqui dijo...

Luisfergua:

Te he nominado para el premio Flor de Blog, si querés aceptarlo (pues, no es obligación, como tanto reiteran en la cadenita), hacés una reseña y nominás a otros.

En todo caso, reconocido está tu trabajo, una vez más.

Saludos,

Peto

El Zopilote dijo...

Y entonces?? donde anda mano ya hace falta.

saludos pue,

Anónimo dijo...

pensé que era un post de despedida... pero vino la lágrima...
Gize C.

Anónimo dijo...

Por qué será tan jodida la nostalgia??