martes, 17 de junio de 2008

Mi padre


Mucho ha cambiado desde que apenas percibía el entorno con ojos de niño, mucho cambiará, sin duda, cuando el vacío en la habitación me haga extrañar su presencia, cuando su voz que es la mía ya no se escuche en un tiempo al unísono, cuando mis latidos sean sólo míos y no suyos, cuando sea la parte de él que permanece. Mucho ha pasado, y más que la convivencia y las similitudes, dos generaciones se encuentran finalmente, se amalgaman en un collage de eventos compartidos, de amarguras y alegrías conjuntas, en un mismo plano de la existencia donde la sangre es el más simple de los vínculos, más no el único. Pero su viejo semblante será con los años el mío, su antigua madurez se transforma en el hoy que definirá mis decisiones, será una herencia con muchos trasfondos que dejarán al descubierto a la persona en la que me he convertido, un yo intervenido, un él modificado, en esa constante reinvención de las generaciones. Y así, conforme las estaciones avanzan, una extraña sensación de nostalgia se apodera de mí, saberlo finito en mi humilde mundo de emociones gigantescas me causa gran consternación, es el miedo a perder lo que tanto se ama, lo que invariablemente se necesita, lo que tristemente un día dejaré ir. Un legado de conductas, valores y sentimientos que vivirán únicamente dentro de mí, entre recuerdos y sueños a medio construir, entre promesas y aspiraciones, un tesoro transmitido con paciencia y dedicación, en una carrera de afanes que se resistieron entre sonrisas y abrazos, entre la experiencia y la juventud, entre él y yo.

5 comentarios:

BC dijo...

snif...

Petoulqui dijo...

La única persona que me interesaba que me dijera "Feliz día, papa Julio", no lo hizo.

Supongo que tendré que esperar.

Por eso, insisto que será bueno decirle a nuestros padres lo que sentimos por ellos (quizás mostrarles lo que hemos escrito para y sobre ellos...). Que la espera no sea interminable...

Saludos,

P.

El Zopilote dijo...

Que buen post mano...buen escrito...esta bien triste, melancolico...pero muy bueno.

saludame a tu papa de mi parte todavia lo recuerdo bien.

saludos,

El Zopilote dijo...

Puta vos así medio paréntesis que vergüenza estoy denominando tus escritos de melancólicos y tristes en casi todos los comentarios…no es que me ponga depre al leerte pero eso me evoca tu arte en muchos casos...creeme mano los leo minuciosamente.
Por cierto a ver cuando nos echamos un cafecin o una cervecita pue.

saludos,

lusifergua dijo...

Cuando querrás Zopilote, escribime al lusifergua@gmail.com

Saludos.