viernes, 18 de julio de 2008
Apología a la felicidad
Hay infinitos y eternidades, realidades que pueden no serlo, hay un resquicio de cordura en esta cotidianidad que nos hace creer que existimos, que nos hace aguantar. Y sin embargo el continuo afán, de buscar, de obtener, de siempre querer más, que nos preserva como entes inconformes ante nosotros mismos, la mismísima esencia de ser humanos. No hay felicidad que dure cien años ni humano que la aguante, así defino de manera simple la insatisfacción, es que no puede ser de otra manera. De esta forma aparece el largo pasillo, oscuro y lleno de miedos, obstinado en necesidad y confusión, que por momentos se torna plano, intrascendente, y por cortísimos instantes se ilumina, con esa calidez que llamamos felicidad. Así de fácil, aparece de súbito entre miradas suplicantes, entre los mil intentos fallidos, no se quedará por siempre, pero ese breve intervalo de duración nos permite aguardar, anhelar, que aparezca de nuevo, en una esperanza inexorable. No podría ser de otra forma, no podría ser inagotable la fuente de felicidad, pues dejaría de existir, entonces lo que tanto deseamos no es más que un equilibrio coherente, que nos mantenga en pie, no una felicidad tonta e insustancial que se plasme únicamente en las sonrisas. Entonces guardaré mi felicidad, efímera y preciosa, en esta conciencia de escritor inconforme, será mi valor auténtico, oculto entre todo aquello que no la deja ver, en excitante expectativa.
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6 comentarios:
El estado de Felicidad duradera se alcanza cuando comprendemos que hay situaciones-personas que NO podemos controlar. Al no querer controlarlas, empezamos a vivir sin complicaciones-miedo-angustia-enojo. Al vivir sin complicaciones (etc.) somos felices. La Felicidad duradera existe para todo aquel que quiera tomarla, sólo es cuestión de aceptarla tal y como venga. Es subjetiva, como la belleza de tus ojos.
Gize Cardó
Equilibrio coherente...cabal ahi esta la mesura tal vez.
saludos mano,
"la felicidad no existe, existen sólo los momentos felices" lo dijo algún personaje de Dante Liano, no recuerdo dónde. Siempre es grato darse una vuelta por aqui. Saludos
Buen post, muy reflexivo.
Anónimo: esa ni Gizé Cardó se la creyó... Pero siempre estamos abiertos a las diferentes opiniones;)
"resquicio de cordura en esta cotidianidad"
Ya no hay resquicios, ni migajas de eso llamado cordura, hay mentes anárquicas y solitarias..
O será que me están afectando los turnos en un sanatorio psiquiátrico..
Ya no sé..
Solo sé que me gustaría disponer de más tiempo par visitar el largo listado de espacios que sigue creciendo..
Saludos..
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